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lunes, 25 de febrero de 2013

Papá y su peque: Primeras palabras.

La primera palabra de Joan la pronunció alrededor del año y fue "agua", bueno, exactamente lo que dijo fue "aba" pero se entendía. El problema era que, para él, cualquier cosa que pudiera llevarse a la boca era "aba": el agua, la papilla, el pan, las patatas, sus juguetes. Al principio no pasaba nada, porque Lamamá y yo le ofrecíamos varias cosas susceptibles de ser lo que pedía hasta que acertábamos. Pero con el tiempo, parece ser que el peque debió pensar: "que padres más tontos tengo, les pido un trozo de pan y me enseñan el vasito, la botella, el mordedor... todo menos lo que quiero" así que decidió pasar a pedir las cosas señalando con el dedo y con un prolongado "aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah" ¡total! si de todas maneras no me entienden.

Ahora ya tiene 17 meses y parece ser que ha decidido darle otra oportunidad a esto del lenguaje verbal (el lenguaje gestual lo domina a la perfección, tenemos un pequeño mimo en casa). Todo ha empezado repitiendo lo que le decimos. Si nosotros le decimos: "¿quieres ir con mamá?" el decia "ma" al principio, ahora ya dice "mamá"; si le decimos "¿quieres agua?" el responde "aba" pero si le decimos "¿quieres ir con papá?" el dice "mamá" que no se si es que aun no domina la "p" o es que prefiere ir con su madre...

Un dia, a Lamamá casí le da un síncope cuando, en el supermercado, vimos un peluche de un ratoncito y se me ocurrio decirle al niño: "Mira Joan, una rata" y el niño respondió "ata". Como ella y las ratas no se llevan especialmente bien, me dijo "como lo primero que aprenda a decir el niño sea rata, te enteras...." y  todos los hombres sabemos que cuando una mujer pronuncia estas palabras, lo mejor es no querer enterarse.

Volviendo al tema del peque, ayer, por fin, parece que logró desbloquear un nuevo logro en el tema del habla porque así, de repente y sin comerlo ni beberlo, inesperadamente, se acercó a su madre y le dijo "teta" y cuando ves a tu pequeño que aprende una cosa nueva, te entra una emoción más tonta... como que casi te asoma la lagrimilla, igual que viendo Lo Imposible, oiga.

jueves, 21 de febrero de 2013

Papá y su peque: ¿es mi hijo Harry Potter?

Bueno, el post de ayer fue de presentación del blog, hoy ya vamos a meternos en harina. Como quiero unirme al club de los papás y mamás 2.0, ¿qué mejor manera de empezar que contando una anécdota de mi pequeñín?

Os comentaba en la anterior entrada que una de mis aficiones es la magia, pues hubo un día  este verano, que llegué a pensar que mi hijo era un verdadero mago. Pero mago, mago, no como yo que soy un simple intento de ilusionista, sino un verdadero brujo, con poderes. Os explico la historia.

Joanpetit tendría como 10 u 11 meses y estaba jugando en su mantita en el balcón (todavía no andaba, solo gateaba) y yo estaba en el salón. Antes de que me llaméis mal padre, he de decir que desde el salón tenia una completa visión del balcón, excepto un pequeño, que digo pequeño... un minúsculo punto ciego. Pues bien, en un momento dado, el chiquillo se arrastra hacia ese punto, por lo que me asomo para ver que hace y me lo encuentro jugando con una bola de papel azul. Pensé que el viento la habria arrastrado hacia el balcón o que se le habría caído a algún vecino (no es la primera vez que encontramos cosas allí). Así que se la quito al niño para que no se la meta a la boca y continuo con mis quehaceres.

Al cabo de un rato, me doy cuenta que Joanpetit ha vuelto al punto ciego, me asomo y.... allí está jugando con una bola de papel verde. Fruncí mi entrecejo, le quité la bola, miré bien por si había alguna otra (sin éxito), coloqué al niño dentro de mi campo de visión y continué a lo mio.

Un poco después, el peque había vuelto allí donde no podía verle. Me asomo de nuevo y.... ¡estaba jugando con una bola de papel rojo! y ¡encima me mira y se sonríe! . Se me queda cara de WTF? me aseguro (esta vez a conciencia) de que no hay el más mínimo rastro de papel de colores en el balcón ni en sus proximidades, le quito de nuevo la bolita y vuelvo a lo mio. En ese momento no sabia que pensar pero, al final, me convencí de que en la revisión ocular anterior se me habría pasado la puñetera bolita roja.

Unos minutos después, el pequeño brujo estaba de nuevo en "la zona oscura", me asomé con mucha intriga, preguntándome ¿será capaz? y ¡allí estaba otra vez con una bolita de papel negro!. Me llevé las manos a la cabeza. Le grite a Lamamá "¡Nena! Hazte a la idea de que cuando el niño cumpla 11 años nos va a entrar una lechuza en casa" Yo estaba emocionado, mi hijo iba a ser un mago de verdad y a lo mejor uno famoso como Harry. Pero, como de todas maneras, suelo ser escéptico decidí investigar que pasaba. Le quité la bolita al niño, le dejé otra vez en su mantita y me escondí en un rincón desde el cual perdía la visión del resto del balcón pero veía claramente el punto ciego. Esperé un poco y entonces lo vi  De la ventana de enfrente (no hay mucha distancia) asomó la cara de la niña de los vecinos, se sonrió y lanzó otra pelota de papel, esta vez azul oscuro. En ese momento me invadió la decepción por un lado, al descubrir que mi hijo no era un gran mago y, por otro, la satisfacción de haber resuelto el misterio. Me sentí como Sherlock Holmes.

A la vecinita no le dije nada, pero creo que me vio cuando la pillé y no volvió a tirar ninguna bolita más.


miércoles, 20 de febrero de 2013

Papá y sus cosas: Season Premiere

Llevaba ya tiempo dándole vueltas a esto de escribir un blog. Sobre todo desde que supe que iba a ser papá. Leía blogs de padres y madres, y a mí también me entró el gusanillo de contar todo lo que me pasaba, pero no me decidí y el asunto se quedó aparcado.

Cuando nació Joan, a Lamamá le dio por las manualidades, la costura, el ganchillo y comenzó a hacer cosas super chulas para el peque y terminó por abrir su propio blog en el que le ayudo a colgar fotos y cosillas así. Hasta que al final una noche, supongo que cansada de mis "¿por que no hablas de esto o de esto otro?", me dijo: "¿y por que no escribes tu propio blog?, para contar tus cosas", entre eso y que los padres sentimos la imperiosa necesidad de pregonar a los cuatro vientos lo supermegaguays que son nuestros monstruitos (como bien explica aquí Padre Frikerizo), al final me decidí.

En este espacio me gustaría hablaros de las cosas que me interesan. Os pongo algunas de ellas:
  • Series de TV: Me encantan, estoy enganchado a muchas. Las veo en versión original y todo, eso sí, con subtitulos, que mi inglés no llega a tanto.
  • Videojuegos: Me gustan desde que mi padre me compro mi primer ordenador: un Amstrad CPC 6128. Ahora ya solo juego alguna noche de fin de semana cuando todos duermen, pero es lo que tiene ser papá.
  • La magia: Soy un ilusionista aficionado. Hago algún pequeño show de vez en cuando pero aun me queda mucho que aprender.
  • El geocaching: Supongo que en algún próximo post os explicaré más detalladamente en que consiste. Pero básicamente es un juego, una especie de búsqueda del tesoro. Gracias a esto me aficioné a hacer las excursiones por la montaña.
Estas son algunas de las cosas que me interesan, pero mi máximo interés y la actividad que más me llena es ser papá.

Vamos a ver que tal se me da el mundo del blog. Igual acabo queriendo ser un blogstar, como estos bloggers peruanos: